Una lincesa impresentable

Al final fui a la boda. Soy lo peor.
Ya lo habíamos hablado, la mejor forma de pasar este trago es precisamente con más tragos... Vino y más vino. Pepita bebió demasiado rápido y bautizó los baños. Pepito se la tuvo que llevar en taxi. Tienes que cuidarte el estómago, pequeña filzlaus... Sidra. Critiqueos varios. Éramos la mesa marginal, la mejor, la 26:) Hicimos la ola. Le cantamos cumpleaños feliz a Pepita. Pasamos del resto de la gente. Las Dalton se acercaron a verme, son la leche. Cubatas. Strangis que nos esperaba fuera porque Flamenquilla le había prometido un beso con lengua (lo siento, Strangis, pero si Flamenquilla algún día se pasara al lado oscuro, sería conmigo y sólo conmigooo, jur jur). No sólo pasamos de la gente sino que infiltramos a una marginal más. Salgo del armario por enésima vez este verano. Exaltaciones varias de la amistad... Bailoteos. Más ron garrafonado con coca-cola. Yasuri Yamilleth y su gillette. Felicito otra vez a la novia. Ella me pregunta por mi "amiga". Lo que estarán diciendo aún hoy de mí... Pero ya me da igual.
Después a Madrid. Sí.
A veces quiero hacer tantas cosas que acabo no haciendo ninguna. A veces las hago todas.
La ocasión bien merecía la paliza de autobús. Arrierita nos entregó los libros en un emotivo y ñoñil momento en el que casi suelto los moquillos y todo. Lo pasé genial. Y me encantó verla tan feliz. Sigo conmocionada por esas dos frases. Se las he enseñado ya a todos mis amigos. Voy con el libro a todas partes y eso que me lo leí ayer del tirón. Fue estupendo estar con vosotras otra vez.
Ahora las disculpas. No avisé a nadie de que iba a Madrid. No era el momento. Sólo tenía unas horas y eran para ellas, mis polinenas. Espero que nadie se enfade por esto. Había pensado no decir nada de mi fugaz visita a la capital (hasta soborné a MariPili con un cubata para que olvidara que me había visto...), pero bueno, ya está dicho. Un finde genial. Lo chungo ha sido hoy... y en fin, ya pasó.
Próximamente más, que este post es demasiado largo ya, en honor a la es-cri-to-ra.
Mil gracias por todo.